Erosión, abrasión y atrición son denominaciones para indicar el desgaste de la pieza dentaria. La abrasión es la que se observa en cualquier individuo debido al desgaste natural que sufren las piezas dentarias con el paso del tiempo, que es de aproximadamente 30 micrones por año, o bien por patologías como el bruxismo, donde el desgaste es más marcado.

Asímismo, el uso de un cepillo dental excesivamente duro puede provocar abrasiones a nivel de los cuellos dentarios. Las atriciones son los desgastes patológicos que se producen por malos hábitos, como morder una pipa, un bolígrafo, o por el uso de un «piercing». Las erosiones son ocasionadas por la acción química de ácidos sobre el esmalte dental; suelen observarse en pacientes que padecen bulimia.